Grateful For Grannies

Escena 1

Malya solía ser una petarda cuando tenía entre veinte y treinta años, ¡y no ha cambiado mucho ahora que tiene setenta! Le sigue gustando que un semental bien dotado le abra el culo para tocarle el ano.

Escena 2

Todas sus amigas de la residencia de ancianos creen que Norma es un encanto. No sólo cuenta chistes picantes durante el bingo, sino que comparte con ellas todas sus sucias aventuras sexuales mientras toman el té. Espera a que les cuente que se folló a un tipo que le llevaba la compra. ¡No podía saciarse de su coño peludo y mohoso!

Escena 3

Violette se sienta a recordar los días de gloria en los que era la tía más buena del bar. Los tíos no podían creer su suerte cuando la llevaban a casa, ¡y descubrían que se había tatuado el coño! Era muy salvaje en aquella época y ella también. Ahora que es una chica de oro, a Violette le sigue gustando ligar y siempre está dispuesta a que un tío le devuelva el flirteo para llegar hasta el final. Claro que este tío está casado, ¡pero tenía que saber lo que era follarse a una abuela con el coño tatuado!

Escena 4

Jodie dice la verdad sobre su cincuentena en su perfil de citas porque sabe que hay tíos a los que les gusta que una mujer mayor les cambie el aceite. Por ejemplo, este tipo. La lleva a cenar, le folla el coño y se corre en su cara. ¡Qué velada más agradable!

Escena 5

Sabías que Violette volvería a por más. Este negro no quiere que sus amigos sepan que come coños, así que sólo se da el gusto fuera de su círculo, y no hay forma de que sus colegas conozcan a Violette. Es una vieja zorra de los alrededores y él se mete en ese coño, comiéndoselo y follándoselo hasta el fondo.