¿Puede un placer no ser culpable alguna vez? Amantes lesbianas lamiendo lánguidamente y languideciendo con labios deliciosos lamiendo amorosamente labios límpidos. Sirenas sáficas entregándose a situaciones semi-siniestras. Haciendo lo que las mujeres hacen entre ellas y no pueden hacer con los hombres. ¿Son culpables estos placeres? ¡Dímelo tú!