Jewel De Nyle te lleva de viaje al país del té y los bollos. ¿O son bollos? Estas hermosas chicas británicas pueden parecer educadas y correctas, pero son unas de las zorritas más sucias y guarras que puedas encontrar. Asegúrate de lavarles la boca con esperma.
A Layla Jade no le da vergüenza que le guste el sexo duro e incluso saborear los jugos de su culo en una gran polla que se la esté follando. Es una rubia caliente y sabrosa a la que le encantan las pollas y le encanta metérsela hasta el fondo del culo. Mira cómo se la follan por todos sus agujeros y cómo recibe una buena carga en la cara.
Ashley Long está buenísima con su acento británico, sus piernas largas y su culo prieto. A esta zorra le encantan las pollas grandes que le llenen todos los agujeros y le gusta recibir pollas monstruosas como la de Steve Holmes. Se la mete hasta el fondo del culo y se desliza hacia abajo para que él vierta su corrida en su boca.
No encontrarás una pareja de tías más calientes para practicar sexo lésbico que Beverly Cox y Jewel De Nyle. Estas chicas lo tienen todo: tetas grandes, piernas largas y hambre de algo duro y grueso en sus coños. No escatiman esfuerzos para conseguir que la otra se corra.
La sexy pelirroja europea Donna Marie está hambrienta de polla, y no sólo en su coño, sino también en su apretada puerta trasera. Mira cómo se la mete hasta el fondo de su raja y luego se inclina para una profunda acción anal. Parecía hambrienta de semen, así que nuestra marioneta de carne le metió un buen chorro en el agujero.
Todo tío desearía poder follarse a un par de tías como Flick Shagwell y Jewel De Nyle. Estas dos zorras del porno son unas chupapollas insaciables y están hambrientas de semen. Cuando no se están turnando para meterse la enorme polla de Brian en sus agujeros, se la están chupando y recibiendo chorros de semen en sus caras.
Ir entre bastidores con estas bellas chicas británicas y conocerlas es un poco como tomar el té con la Reina. No, en serio, nos encanta cómo hablan estas chicas. Hay algo en el acento británico que hace que una sexópata parezca mucho más pervertida.